lunes, 3 de diciembre de 2012

All that i want is you...

Hello People! Bueno, antes que nada no he actualizado no porque yo no haya querido, sino porque como muchas sabran THF.es sigue sin funcionar y es una lata ya que no soy muy afecta a mi blog y casi todas las lectoras de este fic estaban allá, pero bueno, debido a que no tiene ni para cuando funcionar *llora* lo más probable es que valla subiendo los capítulos aquí y pues serán bienvenidas las que lo quieran seguir y comentar por aquí. Sin más espero que les guste el capitulo y me digan lo que les parece.  


CAPITULO 34: De nuevo.






Algo así se había imaginado antes de abrir la puerta, pero no quería creer que Jared fuera igual que la mayoría de los hombres. Ahora veía la realidad de las cosas, y la pura realidad era que él era el 
estúpido de toda la historia.

Puede que fuera un insensible de la mierda, o tal vez que no lo quisiera tanto. Traición era traición, pero no se sentía igual que cuando había visto a Tom con Andrej.  Por ningún lado era lo 
mismo.

Otra teoría era que su cabeza y su corazón ya se habían hecho a la idea de que al final, todos lo terminarían engañando. No era así, pero en esos momentos era lo único que podía pensar al ver como un chico de pelo castaño, alto, y bien parecido, se encontraba besando apasionadamente a su novio.

—Supongo que esto es todo lo que me amas. —hablo fuerte y claro, dándoles un susto de muerte a los amantes.

—Bi… Bill ¿qué… qué haces aquí? —pregunto Jared sorprendido, alejándose rápidamente de Robert, como si su piel quemara.

—Yo tengo una mejor pregunta Jared, ¿quién es él y que hacía besándote como si el mundo se fuera a acabar? —pregunto muy serio. Era extraño no sentir que el mundo se le venía encima, solo se sentía enojado y un completo idiota por pensar que el ojiazul era un santo.

Robert se sintió una completa basura y quería que la Tierra se lo tragara ahí mismo, era más que obvio que ahora Jared se arrastraría atrás de Bill, y a él lo ignoraría como si fuera escoria.

—Él… ¡él no es nadie importante! ¡te amo Bill!—dijo Jared desesperado, no sabía qué hacer o que decir, y para Bill eso no importaba mucho en ese instante, podía ver cómo eran las cosas, no necesitaba justificaciones tontas por parte de el ojiazul.

“Él no es nadie importante.” — el corazón de Robert se paró de de pronto. No pudo evitar que lágrimas descendieran de sus ojos y bajaran hasta sus mejillas. Sabía que era “el otro”, pero su corazón siempre había albergado una ligera esperanza de que el chico de ojos azules se hubiera enamorado de él, aunque sea un poco. Ahora veía que no era así en lo absoluto.

—Yo, lo siento tanto Bill. —dijo dispuesto a salir disparado de ahí, no soportaba lo que estaba pasando. Dio una mirada rápida a Jared, quién observaba a Bill como cordero degollado, esperando algún milagro, de repente lo volteó a ver a él y más lágrimas salieron de sus ojos. A pesar de todo se veía sufrimiento, pena y tristeza en su mirada, todo era por Bill, lo sabía. Era hora de bajar de esa nube de 
sueños e ilusiones falsas en las que había querido vivir.

Salió rápidamente de la habitación, llorando con más fuerza que antes. El pelinegro no dijo nada ante ese “lo siento” por parte del castaño. No le guardaba rencor ni nada parecido, por una parte estaba agradecido por hacerle ver quién era en verdad el ojiazul.

—Wow, pensé que eras alguien mejor Jared. —hablo de pronto cuando Robert se había marchado.

—Yo, fui un estúpido, lo siento tanto, te amo Bill, perdóname por favor. —dijo muy rápido, acercándose a al pelinegro y tratando de arrodillarse ante él. Bill no lo dejo.

—No es a mí a quién tienes que pedir perdón—se alejo un poco de él. Jared lo miraba sin entender lo que le decía.

—¿Qué? —preguntó.

—Por Dios, hablemos enserio y no quiero que me interrumpas hasta que escuches todo lo que tengo por decirte. —el ojiazul asintió, no podía hacer menos que eso. —Tú no me amas.

—¿A no? ¿y según tú a quién le tengo que pedir disculpas? ¡yo estoy seguro de que te amo a ti Bill!

—Dije que me dejaras hablar —le reprendió— tú lo amas a él, a ese chico que se acaba de ir llorando.
Bill había notado como miraba Jared a ese pobre chico, y lo que vio fue solo amor, un amor que se  negaba a ser aceptado y se escondía detrás del encaprichamiento hacia el pelinegro.
—¿Qué? ¿A Robert? ¡por supuesto que no! —negó de inmediato— te am…

—Por favor, no hagamos las cosas más difíciles de lo que deberían ser, tú no me amas, si así fuera no te hubieras involucrado con ese tal Robert —dijo más tranquilo, mirándolo directamente a los ojos.

—Supongo que Thomas te amaba demasiado y por eso te engañó—. Y ahí iba de nuevo el chantaje. Sucio, cruel.

—No mezcles las cosas, ahora estamos hablando de ti y de mí, de nosotros. —Jared sonrió con amargura.

—Por Dios Bill, no te hagas el tonto, nunca hubo un jodido “nosotros”, aunque Tom no estuviera presente en cuerpo, el siempre estuvo en medio de nosotros, tu pensabas en él cuando estabas conmigo y yo nunca me quejé de nada. —Eso dolió dentro del corazón del pelinegro.

—Yo nunca te dije que había dejado de amarlo, en ningún momento te cree falsas ilusiones —trato de defenderse, pero sabía que en parte Jared tenía razón. Los ojos del ojiazul se pusieron rojos de pronto.

No tenía derecho de reclamarle nada, y tampoco pensaba hacerlo, pero ya no estaba obligado a estar con él solo por agradecimiento, esperando a que llegara el maravilloso día en que en verdad sintiera más que cariño hacia Jared.

—Perdóname si te estoy lastimando, pero nunca me quisiste escuchar. Al menos no respecto a mis sentimientos hacia Tom. Creo que lo mejor es terminar aquí  las cosas por lo sano —se dio la vuelta dispuesto a irse de ahí.

—Esto era lo que estabas esperando ¿cierto? ¡solo un desliz de mi parte e irte corriendo tras ese puto gilipollas engreído! —grito.

—No grites que no voy detrás de nadie, creo que ya tuve suficiente de todo y de todos por un tiempo —le sonrió deteniéndose en el umbral de la puerta de la habitación.

—Nunca quisiste amarme, estás encaprichado con ese idiota —soltó despectivo. Bill en verdad no quería terminar peleado con él, así que le haría ver las cosas de una vez por todas.

—Más bien el que esta encaprichado conmigo eres tú —dijo regresando al interior de la habitación, parándose frente a Jare — nunca hubo algo concreto entre nosotros, te quiero y mucho, pero no te amo y lo siento demasiado, trate de hacerlo, y estoy muy agradecido contigo por haberme ayudado en mi depresión cuando paso lo de Tom, pero simplemente eso no es suficiente, acabo de comprenderlo.

Esta vez el ojiazul no dijo nada, una parte de él quería hacer que Bill lo perdonara por cualquier medio posible, pero había otra parte muy dentro de él, que le decía que fuera corriendo detrás del 
castaño. Su cabeza era un lío.

Tal vez Bill y Robert tenían razón, quizás el pelinegro era solo un capricho que tenía y punto.

—Ahora mismo no entiendo que haces aquí, cuando deberías de estar detrás de Robert. —¿acaso Bill podía leer su mente? No, pero en cinco años juntos, el pelinegro había aprendido a conocerlo a la perfección.

—¿Cómo sabes que estoy pensando en él? ¿por qué dices que lo amo a él? —cuestionó curioso.

—Simple, a mí nunca me miraste como vi que lo hiciste con él cuando comenzó a llorar. —Bill le sonrió despreocupadamente, más como un amigo que le decía que recuperara al amor de su vida, que como si fuera su ex novio. —No te preocupes, todo está bien. Ahora ve a por él, no dejes que pase el tiempo.  

Dio media vuelta de nuevo y se fue, dejando en medio de la habitación a su ahora ex novio, que se encontraba muy consternado y confuso sobre sus sentimientos.

Subió a su auto y condujo de vuelta a su departamento, tenía ganas de hablar con alguien de lo que acababa de pasar. Ese alguien sería Andreas, el lo escucharía y lo apoyaría. Él sabía que había estado bien todo lo que le había dicho a Jared, solo quería que alguien se lo corroborara y así no sentirse tan mal al recordar la cara del ojiazul.

Si bien era verdad que nunca se había enamorado de Jared, era lógico que si se había llegado a encariñar mucho con él y se había llevado una dolorosa decepción sobre la perspectiva de hombre perfecto que tenía de él. Los príncipes azules no existían.

¿Acaso había algo extremadamente mal con él, como para que todos sus novios le engañaran con otra persona? ¿no era lo suficientemente bueno? ¿acaso era tan aburrido que volvía monótonas sus relaciones y por eso su contrario acababa refugiándose en los brazos de alguien más?
Sin duda alguna, él era el problema.

Sus ojos no pudieron evitar ponerse rojos de la frustración consigo mismo.  Quería llorar.

Era un maldito egoísta, pero en vez de querer llorar por terminar con Jared, quería llorar porque se sentía muy poca cosa para cualquier persona. Como una completa basura inútil de la que todos huían. Nadie nunca lo querría enserio y tenía que aceptarlo.

Llegó a su departamento y dejó las cosas que había llevado de la oficina sobre la mesa del comedor. Buscó a Andreas por toda la casa, pero no lo encontró por ningún lado, solo vio una nota pegada en el refrigerador que tenía su nombre.

“Bill, salí con George. No me esperes despierto, llegaré tarde. 
Besos.”

¡Genial! Ahora que necesita desahogar sus penas, Andy no estaba ahí para escucharlo. A pesar de todo esperaba que pasara una noche linda con George.

Recordaba como su amigo al terminar con Zack, su antiguo novio, había caído como en una especie de depresión y ambos se ayudaron el uno al otro. Suerte que la supero con los meses y ahora estaba bien; mucho mejor ahora que George había llegado a su vida.

Fue hasta la sala de estar y se recostó en el sillón, cerró los ojos y lloró por un rato, pensando en lo insignificante y estúpido que era, por eso nadie lo tomaba enserio. Cuando apenas se estaba quedando dormido, escucho que sonaba el timbre. Si era Jared de nuevo, no… no quería ni suponer que era él, no quería que viera que había estado llorando y erróneamente pensara que fuera por él, pero ¿quién más sería a esas horas de la noche?

No quería alegar con él ya que no quería que su relación terminara mal, si Jared quisiera ser solo su amigo y dejar de insistir en que lo perdonara, sería esplendido. Así no se harían más daño y Jared no le podría volver a bajar la moral al engañarlo con otro después de un tiempo. El timbre sonó de nuevo y se levanto con pesadez para ir a abrir la puerta.

Miró por el pequeño orificio que se encontraba en está y vio a quién menos esperaba a esas horas. En su cara se formo algo parecido a una sonrisa a pesar de la confusión,  y tristeza que sentía. Era lindo verlo ahí y de alguna u otra forma saber que lo estaba intentando reconquistar, era extremadamente dulce, pero al menos por el momento no quería una relación sentimental con nadie. Tal vez nunca más, eso sería demasiado riesgoso para su ya dos veces lastimado corazón.

Abrió la puerta y ambos se miraron.

—Hola —habló primero Tom.

—Hola —contestó el pelinegro, la media sonrisa aún seguía en su 
rostro, pero alguien quién en verdad conocía a Bill, estaba seguro de que esa no era ni un asomo de autentica sonrisa por parte del pelinegro— ¿Qué haces aquí?

—Oh, bueno, yo solo…. solo te venía a dejar esto —llevó su mano derecha al bolsillo de su pantalón, pero antes de tomar el celular de entre estos, Bill hablo de nuevo.

—Soy un grosero, pasa por favor —se hizo a una lado de la puerta y Tom entro.

—Gracias —dijo mientras entraba.

—Bien, ¿qué era lo que decías? —se miraron de frente.

—Oh, yo solo te venía a dejar tu teléfono, lo dejaste olvidado en la oficina y pensé que lo necesitarías.

—Muchas gracias —dijo el pelinegro en tono distraído, como si su mente divagara a millones de kilómetros de donde estaba y Tom supo que algo andaba en verdad mal. Bill tomó su celular de las manos de Tom rápidamente.

—¿Qué... qué te pasa? —cuestionó el trenzado con voz preocupada. No era normal ver a Bill tan serio, tan callado, tan distraído y ese Bill que tenía ahora frente a él le recordaba a uno que conoció en alguna época de su vida y que no le gustaba mucho, en realidad nada. Le recordaba al Bill que lo había dejado en Alemania. Al Bill al cual él había engañado y roto su corazón como si de una hoja se tratase.

Tal vez se habría peleado con Andreas o con Jared, aunque eso no era muy posible después de que los había visto besándose apasionadamente esa mañana. Tal vez solo estaba cansado. Tal  vez le pasaba algo más.

—Nada, no me pasa nada —Bill lo sacó de sus pensamientos y se dio cuenta que sin querer se había quedado viendo directamente a los ojos del pelinegro, como si quisiera leerle la mente, cosa que por supuesto no lograría ni en un millón de años, pero sabía que algo le sucedía a su contrario.

A su cabeza llegó rápidamente una espantosa idea, tal vez el problema era él y Bill no lo quería ver en su casa o le incomodaba su presencia. Sentía que se le estrujaba el corazón de solo pensarlo.  Aunque no entendía por qué si él y su ex novio habían llegado al acuerdo de que serían amigos, ¿y si se había arrepentido y ya no lo quería más en su vida? Seguro que era eso y él se daría contra la pared por haber sido tan idiota en el pasado.

Bill le había dicho que aún lo amaba esa misma tarde, pero quizás eso no era suficiente.

Aunque le dolía sabía que el que Bill no lo quisiera en su vida era lo más lógico y no le culpaba por nada de eso ya que se lo merecía con creces.

—Creo que es por mí, así que mejor te dejo —comenzó a decir mientras se caminaba los pocos pasos que habían entre él y la puerta, rogando internamente porque Bill lo detuviera y le dijera que él no era la causa por la que lucía tan distante y le contara el verdadero problema, pero no veía que el pelinegro hiciera nada.

Desganado, abrió la puerta resignado a no molestar más con su presencia al pelinegro. Se sentía igual que el día en que Bill lo había dejado parado bajo la lluvia aquella vez que lo había descubierto con Andrej. Aunque en aquel entonces no lo hubiera querido reconocer y se había dicho miles de veces que se sentía así de vacío porque ya nunca tendría a Bill en su cama, la realidad era otra totalmente diferente. En aquella ocasión, como en esta, el sentimiento de vacío y desesperación lo abordaban por solo un tórrido y abrumador pensamiento que sentía que le cortaba la respiración: perder por siempre a Bill.

De nuevo.

—Tom —escuchó como el pelinegro lo llamaba y se detuvo bajo el marco de la puerta, su corazón latía aceleradamente esperanzado. 

Se giró lentamente y pudo ver que Bill seguía parado en el mismo lugar.

—Gracias por traerme mi celular —y el corazón de Tom se quebró. 

Le dedicó una leve sonrisa que no supo ni de donde saco fuerzas para formarla en su rostro y salió a paso rápido.
Era definitivo, lo había perdido de nuevo y está vez, era probable que para siempre. 


Bueno, esto es todo por hoy, espero y les haya gustado y de ser así les agradecería mucho que me lo hicieran saber con un comentario de su parte, ya sea para bien o para mal.
Sé que a muchas les cae mal Jared y estoy segura de que ahora lo odiaran más pero bueno, también se debe de sentir feo no ser correspondido por quién haz luchado por durante cuatro años, aunque claro que eso no justifica nada. Me da penita Robert :$ ¿ustedes creen que Jared lo ame como Bill dice? 
¿Qué les pareció la actitud de Bill? pobrecillo, no lo odien, solo esta un tanto aturdido con todo lo que ha pasado, ya veremos que más pasa entre el y Tom y por cierto, se acerca el M-preg *yeeah!*
¿Dudas? ¿comentarios? las invito a que se suscriban a mi blog para que reciban las actualizaciones de este fic. Sin  más las dejo, besos hermosas. 


5 comentarios:

  1. Isis:

    Eres genial, el capítulo es muy bueno y me encanta la idea de que Bill se separara de Jared porque era lo mejor, aunque siento mucho porque Tom se sienta desolado por la falta de reacción de Bill, ojalá y ellos puedan volver a estar juntos.

    Gracias por el capítulo, espero haya más pronto.

    Besos :*

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  2. este es sólo el comienzo de una nueva relación de Tom y Bill.. sólo quiero que estén juntos u,u
    Amo tu fic, sigue subiendo y yo seguiré leyendo, besos

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  3. Hola :3
    Me gusto mucho el nuevo capítulo :3 y pues si, creo que la mayoría o todas odiamos a Jared(? asdfghjkl
    Espero con ansias el siguiente capítulo *0*

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  4. Hola :) yo no odio a Jared *-* pero tampoco lo amo haha a Bill le costara volver a creer en el verdadero amor, espero Tom lo haga volver a creer :) sigue porfavor ;-;

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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