lunes, 3 de septiembre de 2012

Mundos Alternos




Resumen:  Él era el hijo de una leyenda del rock, egocéntrico, engreído, altivo… podía tener lo que quisiera a la hora que fuese.
Él por su parte, era un chico que tenía un único sueño ¡Ser una estrella reconocida de rock!
Mundos muy diferentes, personalidades muy parecidas, al final alguien tiene que ceder.

¿Podrías dejar de ser tan egoísta y amar algo que no seas solo tú mismo?
Si ríes el mundo ríe contigo, pero si lloras lo haces solo… ¿Ahora entiendes?

Clasificación: +18

Categoría: Slash
Género: Romance. 
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenecen, lo demás es de mi autoría. 




INTRODUCCIÓN 


Wow ¿de verdad le interesa oír a mi banda en vivo? preguntó sorprendido y emocionado al mismo tiempo el pelinegro de 17 años, su nombre es Bill Kaulitz, líder de su propia banda de rock, el sueña como todos los jóvenes de su edad con ser el próximo Alice Cooper.

Sí, enserio, le mostré su demo al Señor Steven y dijo que se oían muy frescos y que le gustaría conocerlos y escucharlos en vivo, ya sabes…  y si lo hacen bien, tal vez se ganen un contrato y la oportunidad de sus vidas contestó del otro lado del teléfono el Manager del gran Steven Tyler, sí, ese Steven; el vocalista de Aerosmith.

¡Santa mierda! fue todo lo que pudo decir Bill mientras se llevaba una mano a la boca conteniendo el grito de emoción que estaba atorado en su garganta, no podía creer que al fin alguien le daría a él y a su banda la oportunidad de demostrar lo talentosos que eran.

“¡Ya era hora de que algo me saliera bien!” pensó para sus adentros. Y es que después de que Johannes lo abandonara por otro, su mundo se había venido abajo, pero nunca se mostraría herido, su alto ego jamás se lo permitiría; ¿cómo había podido cambiarlo por esa puta?

Dejo de pensar en eso y se enfoco en lo que de verdad importaba en ese momento, su futuro.

¿Estás feliz? muchos matarían por tener una oportunidad como la que les estamos dando.

¿Feliz? por favor, estoy teniendo un éxtasis de emociones contestó sincero.

Bien, entonces nos vemos mañana en la disquera, el señor Tyler los estará esperando dijo con tono estricto.

Claro, estaremos ahí puntuales.

Más te vale ya que el divo de su hijo irá con él y créeme, no tiene un lindo carácter; lo habría aventado a un barranco hace mucho si no supiera que su padre es mi jefe—. Bill frunció el entrecejo ¿por qué le decía todo eso a él? ¡le valía una soberana mierda! él no iría a hacer ningún trato con el hijo del rockstar.
¿Tan mamón es? —preguntó Bill incrédulo, no porque le importara, sino a modo de cortesía ya que el manager se había portado muy bien con él.  No escucho respuesta, pobre… ni siquiera tenía idea.

Lo verás tu mismo contestó al fin. Nos vemos a las 5, sean puntuales dijo haciendo énfasis en la última palabra.

Está bien, hasta mañana entoncesy así termino la conversación.

El pelinegro se levanto de su cama rápidamente y miró el reloj, eran las dos de la tarde ¿cómo había podido dormir tanto tiempo? se preguntó internamente, pero bueno, había oído que la belleza se conservaba durmiendo, y él estaba dispuesto a probar si eso que decían era cierto; ¿nada perdía intentando no?  él sabía que tenía una infinita belleza y cada que alguien se lo decía él solía responder con un simple “lo sé, gracias” dejando a los demás sin palabras ante su falta de modestia.

Una vez que estuvo fuera de la cama se puso su típico pantalón entubado, una camisa con el logo de Mötley Crüe, sus botas, se maquilló como siempre lo hacía y salió directo a encontrarse con los chicos que conformaban su banda. Sus nombres eran Georg, Gustav y Tom, sus mejores amigos desde que tenía memoria. Cada uno vestía como le venía en gana, y aunque el último de sus amigos tuviera pintas de rapero amaba el rock al igual que los otros tres.

Después de tanto caminar sí, porque no tenía dinero para comprarse ni siquiera un auto del año del caldo—, llegó a la cafetería en la que había quedado de verse con los chicos.

¡WOOOOOW! ¡LA GRAN PUTA! ¡No juegues con eso Bill! ¿Enserio? ¡ES QUE JODEEER! gritaba y a la vez brincaba Tom, el guitarrista de la banda. Bill solo sonreía feliz, al igual que los otros dos chicos con los que se encontraba.

Nunca jugaría con eso weón, no miento, hoy me habló el manager de Steve y dijo que nos esperaba mañana puntuales en la disquera, que el mismísimo Steven Tayler quería escuchar como sonamos en vivo, y si cree que somos buenos, con suerte hasta un contrato conseguimos.

-¿Y a qué hora tenemos que estar ahí? preguntó Gustav.

-A las cinco, y me jodió mucho con eso de la puntualidad ya que según irá su hijo con él y es medio mamóndijo mientras se acomodaba mejor la chaqueta que traía puestano sabía que tenía un hijo…

Tal vez porque vives concentrado en ti mismo sugirió Georg.

No veo motivo alguno en interesarme en los demás, yo soy lo más importante—. Todos empezaron a reír, sabían cómo era Bill; “maldito egocéntrico adorable” era lo que pensaban de él.

Bien, entonces si quieren puntualidad démosle puntualidad dijo Tom divertido mirando a Bill, esté solo asintió.

Espero que su hijo no nos ponga trabas —comentó de repente Gustav.

No te hagas ilusiones Gus, seguro que ese hijo de puta nos la pondrá difícil habló Bill mirándolos serio. Con la descripción que le había dado David, el manager de Steven, estaba seguro que el hijo del rockstar sería un autentico niño pijo y se creería más que ellos.

Pero él no estaba dispuesto a ser visto como poca cosa por nadie, y si ese tipo lo quería ver de esa forma, le tendría que bajar los humos y tratarlo de la misma manera, el hecho de que fuera el hijo de una estrella de rock no lo hacía igual de talentoso que su padre, en pocas palabras no ganaba su respeto.

Pasadas las horas y después de tanto hacer planes para el día siguiente, cada uno tomo camino hacia sus respectivas casas.


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