Capitulo 11:
By Tom
¡¿QUE COJONES ESTA HACIENDO BILL?! ¡El estúpido de Jared lo iba a besar joder! ¡Va a besarlo! ¡No puede hacerlo, el es mío! Pensé para mis adentros. Me encontraba en el centro comercial viendo a mí novio a punto de besar al intento de rockero fallido.
Después de que acabará la clase y al ver que no llego Bill me salí de la escuela y fui a buscarlo a su casa, para mí sorpresa él no estaba ahí, había salido y la servidumbre de su casa me dijo que había salido al centro comercial y emprendí camino rápidamente hacia acá. No quería perder a Bill, quería que me perdonara.
Ahora estaba unos metros atrás de ellos, en shock al ver la escena Jared muy cerca de mi novio. Jared estaba de espaldas a mí y Bill enfrente de él. De pronto vi como el idiota del chico nuevo levanto el mentón de Bill con su mano, algo le había dicho que lo había sonrojado; y se fue acercando a sus labios, mi novio no hacía nada, solo lo miraba a los ojos como si él fuera lo único que existiera en este puto mundo.
Justo cuando pensé que se besarían vi como Bill se alejaba de Jared, de pronto, sus ojos dieron con los míos y nos miramos fijamente.
Me sentí enfermo y furioso, pero no con Bill, sino con Jared ¡Ese estúpido se estaba interponiendo entre nosotros! Lo estaba arruinando todo…
Me encaminé rápidamente hacia ellos… ¡Molería a palos al imbécil ese! Vi como Bill trataba de llevarse a Jared de ahí jalándolo de la mano para que caminará. De repente el volteó hacia atrás y me vio. Se puso serio.
-Así que por él querías que nos fuéramos. –Escuche cuando llegué a donde estaban ellos. Bill solo agacho la mirada y no dijo nada.
-¿Qué haces con este estúpido Bill? –Me dirigí hacia mi novio, jalándolo del brazo hacia mí muy fuertemente, Bill hizo una mueca.
-¿A quién le dices estúpido imbécil? –Me reto el ladrón de novios. -¡Aquí el único estúpido eres tú! Y suéltalo que lo lastimas. –Jalo del otro brazo de Bill.
-Tú no me dices que hacer con mi novio, el es mío. –Miré retadoramente a Jared, él miro a Bill que estaba en medio de ambos… Lo estaba mirando, lo estaba tocando y estuvo a punto de besarlo, era obvio que se merecía una buena paliza.
Solté a Bill y rápidamente empuje a Jared muy fuerte y esté cayó al piso, entonces me abalance sobre él y empecé a darle de puñetazos.
-¡Esto es para que aprendas que no debes tocar lo que es mío! – Le grité furioso.
-¡Tom suéltalo! ¡Suéltalo, lo estas lastimando! –Decía Bill mientras jalaba de mí para que no le pegará más a Jared, sus intentos eran en vano. – ¡Por favor Thomas, déjalo! –Me giré a verlo, y vi que de sus ojos descendían lágrimas, pero lo único que quería hacer era matar al tipo que estaba debajo de mí. De repente sentí un fuerte golpe en mi cara, el muy idiota de Jared me había roto el labio. Me empujo lejos de él y caí al piso. Aprovecho para levantarse al igual que yo y vi como Bill se acercaba hacia el preguntándole si se encontraba bien. ¿Por qué no iba conmigo? ¡A mí también me había golpeado él! Si antes estaba furioso, ahora me sentía el mismo Hulk en persona. Primero este tipo me robaba a mi novio, me rompía el labio y ahora me quitaba la atención de Bill. Corrí hacia él y ahora ambos nos agarramos a golpes. -¡Ya paren por favor! – dijo Bill mientras se puso en medio de nosotros. Ambos nos detuvimos, no queríamos lastimarlo a él.
Nos separamos y Bill jalo a Jared del brazo alejándolo de mí. -¿Estás bien? –Le volvió a preguntar, este asintió.
-Sí, no te preocupes. –Oí que le dijo sonriéndole un poco para tranquilizarlo. Era la única persona en el mundo a la que le había dado una paliza y salía sonriendo como si nada. De pronto Bill volteó a verme, yo me estaba agarrando mi labio, el cual sangraba mucho.
-¡Eres un monstruo Thomas! –dijo mirándome con… ¿Acaso era odio? No, pero sí desprecio.
-¿Un monstruo? ¡Pero si él te iba a besar! Yo solo defiendo lo que es mío.
- ¡YA NO SOY NADA TUYO!-Grito histérico mientras avanzaba hacia mí.- Deje de serlo cuando te vi engañándome y se me cayó la venda de los ojos. – No dije nada, solo miré al suelo- ¡Ahora deja de joderme la puta vida y largarte con esa puta de Andrej! Al fin y al cabo son tal para cual. –Me miro despectivamente. Jared no decía nada, solo miraba la escena que ahora Bill y yo nos estábamos montando.
- No amor, ese fue un error- Le hable dulcemente, no quería que se enojara más- estoy muy arrepentido, perdóname por favor, te a..
-¡No me llames amor! –Me interrumpió- No me digas que me amas, ya no quiero oír más de tus estúpidas mentiras ¿Vale? – Y se dio la vuelta, avanzando hacia Jared. –Vámonos por favor. –Le pidió.
-Está bien, te llevaré a tu casa. –Le contesto; Bill asintió. Vi como comenzaban a caminar en dirección contraria a donde yo estaba. ¡No podía dejar que Bill se fuera sin que me disculpara! Levante los obsequios que llevaba para el del piso, los cuales habían caído en mi pelea con Jared y corrí el poco tramo que me separaba de ellos. Tome a Bill de la muñeca dándole la vuelta.
-Por favor escúchame, tienes que perdonarme. –Y le tendí las flores con el peluche, eso siempre funcionaba. El solo miro los obsequios y rió falsamente mientras rodaba los ojos.
-Por Dios ¿Crees que un simple peluche y unas estúpidas flores vas a arreglar todo? ¿Qué con eso se va a borrar de mi mente lo que vi esa noche? Por Dios Tom, creí que me conocías mejor, ahora veo que no. -Me miro decepcionado, yo lo había decepcionado. Bien Tom, ahora pagaras las consecuencias de tus actos.
-Por favor Bill, déjame explicarte las cosas. –Negó repetidas veces con la cabeza y vi como volvían a salir lágrimas de sus ojos.
-No, ya no te quiero escuchar, ni siquiera te quiero ver.
-No Bill, no digas eso, tú me amas, nos amamos. –Me empecé a desesperar, algo dentro de mí se iba rompiendo poco a poco. La cabeza me dolía, sentía el estomago revuelto e increíblemente quería llorar.
– Y por favor, no te vuelvas a acercar a mí, no quiero que me vuelvas a dirigir la palabra. Para mí estas muerto, puedes hacer lo mismo conmigo. –Dijo mientras se secaba las lagrimas– Adiós Tom- Entonces empezó a caminar rápidamente seguido de Jared, yo me quedé ahí parado procesando todo lo que me había dicho y cuando al fin lo comprendí sentí mi corazón partido en dos… ¿Pero eso como podía ser si yo solo quería a Bill para tener sexo? La respuesta ni yo mismo lo sabía, lo único que sabía era que sus palabras habían dolido mucho en mí, como un cuchillo, como muerte lenta. Lagrimas caían de mis ojos. Había cometido un grave error, y ahora estaba viviendo en carne propia sus consecuencias.
“Si me dices no, yo me parto en dos… prefiero decirte adiós”
No hay comentarios:
Publicar un comentario