miércoles, 11 de enero de 2012

Fic: "All that i want is you..."

Capitulo 12: Tom no arruinaría mi vida, Tom no arruinaría este día. 

By Bill



-¿Estás bien? –Me pregunto por millonésima vez Jared. Dijo y volteé a verlo, el estaba sentado en el asiento del piloto, me di cuenta que estábamos enfrente de mí casa. Todo el camino me la había pasado mirando el paisaje con la cabeza en otro mundo, estaba tan apenado por lo que Tom le había hecho por mi culpa, que ni siquiera le dirigí la palabra en todo el camino. Mis ojos ardían, lloraba en silencio para que él no se diera cuenta.

-Sí-Dije con la voz un poco llorosa mientras intentaba no llorar más, ver a Tom me dolía de una forma impresionante. -Perdón por lo de hoy, nunca pensé que Tom iría a donde estábamos, no se ni como se entero.

-No te preocupes, no pasa nada. –Me sonrió. Eran ten amable al fingir que no pasaba nada solo para que no me pusiera más triste.

-¿Cómo que no pasa nada? ¡Mira como te dejo aquel bestia!-Tenía el ojo hinchado y un poco morado, al igual que su labio estaba roto.

-Shhhh –Dijo poniendo un dedo sobre mi boca acercándose a mí. –En verdad, no pasa nada.-Sonrío en mi cara, estábamos tan cerca. Dicho esto empezó a acercarse aún más y más. Cerré mis ojos, quería besarlo. De repente mi móvil comenzó a sonar. Me separe rápidamente de él, tal vez era mi madre, no quería preocuparla, le diría que estábamos enfrente de la casa. Miré la pantalla de mi celular, y vi el nombre de quien menos quería… Era Thomas.

Alce la mirada y pude notar como Jared hacia una mueca de disgusto al ver quién era. Se veía un poco triste.  El no se merecía esto, el era un buen chico, se merecía al menos un esfuerzo de mi parte por pasármelo bien con él. El móvil seguía sonando insistentemente…

Tom no arruinaría mi vida, Tom no arruinaría este día. Mañana me lamentaría por todo, pero hoy no.  Entonces apreté el botón de rechazar la llamada de mi celular y baje la ventana del auto un poco, luego de esto lo avente por ella.  Me giré hacia Jared que miraba sorprendido lo que había hecho.
-El no nos arruinará nuestra primera cita. –Le sonreí. Él me miro ilusionado.

-¿Lo dices enserio? –Pregunto alegré.

-Claro, pero no puedes salir con la cara así.- Frunció el ceño.

-¿Así como? –Dijo sonriendo.

-Pues, tienes el ojo un poco hinchada y tienes sangre. Vamos a mí casa, te curaré y luego podemos ver películas ¿Qué dices?

-Sí, sería genial. –Asintió repetidas veces mientras lo decía.

Puso en marcha el auto de nuevo y entramos por el gran portón de mi casa. Aparco el auto en el jardín.

-¿Oye tu papá está en casa? La otra vez me dijo que no me quería volver a ver aquí.-Pregunto un tanto temeroso.

-No, salió de viaje no te preocupes, además no fue a ti a quién corrió. –Tomé su mano y empezamos a caminar hacia mi casa. Entramos y subimos las escaleras, le dirigí a mi habitación, lo curaría con el botiquín de primero auxilios que había en ella.

-Espera, voy por un poco de hielo, ahora vuelvo.

-Ok –Me dijo y salí disparado a buscar el hielo. Llegué a la cocina y abrí el freezer tomando un poco de hielo de él. Oí unos pasos detrás de mí.

-Hola joven Bill, que bueno que ya está aquí, hace rato vino su novio a buscarlo, se veía un poco desesperado y le dije donde estaría. –Con que ella le había dicho a Tom, pensé.

-Sí, me encontré con él en el centro comercial. –Le dije. –Te aviso que ya no es más mi novio, por lo tanto no puede entrar a esta casa, y te agradecería mucho que si viene preguntando por mí le digas que no estoy y no sabes a donde fui. ¿Vale? –Le dije serio.

-Entendido joven Bill, no le volveré a dar información sobre usted, discúlpeme por haberlo hecho. –Dijo algo apenada.

-No hay problema –Le sonreí, no quería hacerla sentir mal. –Solo que no se repita. –Ella asintió.

Salí de la cocina con el hielo en una bolsa y subí corriendo las escaleras, llegué mi habitación de nuevo y pude ver como Jared estaba en el lavabo de mi baño lavándose la cara.

-Bien, aquí traje un poco de hielo. –Me miró a través del espejo.

-¿Te duele mucho?- Hice un puchero de angustia, me dolía a mí la cara de solo verlo.

-Un poco

-Bien, siéntate, te curaré. –Le sonreí. Me miro confuso.

-¿Tu me curarás? ¿Acaso sabes hacerlo? –Me pregunto divertido.

-Pfff, por favor, estás hablando con el mejor Boy scout de la tropa. –Dije presumido mientras rodaba los ojos.

-Jajaja no me digas ¿Fuiste un niño explorador?

-Sí, ahí aprendí a curar heridas. –Dije orgulloso.

-Muy bien, veremos que tan bueno eres. –Diciendo esto se sentó en la silla que había en mi baño, era muy grande, tenía jacuzzi y todo eso debido a que mamá había insistido en ponerlo, yo casi nunca lo ocupaba.

Saque del botiquín las cosas que necesitaría, como venditas, algodón, desinfectante y un poco de alcohol. Me dirigí hacia él que me miraba sentado todo lo que hacía, me ponía un poco nervioso.

-Muy bien, ¿Estás listo? –Pregunté mientras sostenía las cosas en mis manos y las ponía sobre una pequeña mesa que había junto a la silla.

-¿Me dolerá? –Hizo un bonito gesto de preocupación, yo me comencé a reír.

-No mucho, lo prometo. –Suspiro resignado. Mojé rápidamente un poco de algodón, limpie la herida y la poca sangre que le quedaba con esté.

-Auch, Escuece. –Se quejo.

-Por favor, ni que doliera tanto, que cobarde eres. –Comencé a reír, el hizo lo mismo. Seguí limpiando la zona de su ojo lastimado y puse una vendita en el. –Toma, ponte eso para que se te desinflame. –Dije tendiéndole la bolsa de hielo, el obedeció y se la puso sobre su ojo lastimado.

Tomé otro pedazo de algodón y lo volví a remojar en alcohol, ahora limpiaría su boca. Me acerque a sus labios y pude sentir su mirada clavada en mí, me empecé a poner nervioso. Seguí limpiando su boca, era tan tentador estar tan cerca de él. De repente lo miré a los ojos, y como si estuviera hipnotizado por sus bellos ojos azules dejé de limpiarle la herida y me empecé a acercar más a él.
-¿Sabes cómo me puedo sentir mejor? –Yo negué con la cabeza, estaba como en trance. –Con un beso de tu hermosos labios.  –Entonces se acerco más a mí y me empezó a besar. Al principio no sabía qué hacer, pero me deje llevar por él. El beso era lento y tierno, Tom casi nunca me besaba de esta manera tan dulce… Y aquí vamos ¡Tom de nuevo! ¡Sal de mí cabeza joder!

Me separé rápidamente  de Jared caminando lejos de él, no quería besarlo pensando en otro.

-¿Qué pasa hice algo mal?-Me miro preocupado.

-No, no hiciste nada, soy yo. –Lo miré angustiado. –Mira, yo no quiero hacerte falsas ilusiones, ahora mismo ni yo sé cómo me siento, lo de Tom y luego tu está pasando demasiado rápido, estoy muy confundido. –Se levanto y se dirigió a donde yo estaba. Baje la mirada, si lo veía a los ojos tal vez querría besarlo de nuevo y eso no podía pasar.

-No pasa nada hermoso- “Hermoso” así me decía Tom- Se que aún amas a Tom, el ha sido muy importante para ti. –Sentí como tomaba mi mentón con una de sus manos y levanto mi cara. –Pero, sinceramente te digo que, no me molesta pensar que yo tengo que esperar para llegar a tu corazón. –Dijo mientras me sonreí dulcemente. Le sonreí de vuelta y hice lo único que mi corazón me permitía en ese instante. Lo abrasé fuertemente a lo que el correspondió mi abrazó y le susurré un “Gracias por todo”.

Estaba tan agradecido con él, se ha preocupado mucho por mí, me quiere y está dispuesto a esperar. ¿Por qué no lo conocí a él antes que a Tom? Las cosas serían tan diferentes…

Me separé lentamente de él -¿Quieres ver una película? –Pregunte tímido pero un poco ilusionado de nuevo al pensar que él si me quería en verdad.

-Por supuesto –Me sonrió tiernamente, me tenía tomado de una mano.

Nos dirigimos hacia la sala de cine que había en mi casa, mis padres eran unos exagerados, alguna vez había pasado por mi cabeza mandar una solicitud a MTV para que fueran a grabar mi “Mtv Cribs” pero luego me arrepentí, era muy presuntuoso hacerlo, a mi parecer solo lo hacían los niños mimados que querían un poco de atención presumiendo las cosas que tenían. Yo no era así.

Llegamos a la sala de cine, él quería ver una película de comedia romántica, pero yo no quería nada de historias de amor porque de seguro acabaría llorando a moco tendido. Creo que capto el mensaje de porque no quería ver una historia de amor, así que al final decidimos ver una de terror. No queríamos echarle más sal a la herida.

Nos sentamos uno junto al otro en los grandes sofás que había ahí. Pedimos palomitas y la señora que hacía la limpieza nos la llevo. Empezamos a ver la película y apagamos las luces quedando en la oscuridad; había escenas muy feas, con mucha sangre y, bueno, yo era un miedoso de mierda.

Cada que presentía que algo feo iba a pasar me pegaba más a Jared y tapaba mis ojos con mis manos.

-Jajaja tranquilo hermoso, no pasa nada. –Oí que dijo, descubrí mis ojos y lo miré, estaba viéndome divertido.

-Lo siento, soy un miedoso de mierda. -De repente pasó su brazo por atrás de mi espalda y se apego más a mí. Así estuvimos todo lo que restaba de la película, fue muy divertido, bueno, al menos para el que se reía cada que me espantaba, y yo me reía porque él se reía de lo gilipollas que soy.

La película termino y las luces de la sala se prendieron. –Bueno, es tarde, creo que es hora de irme. –Yo asentí algo triste, no quería que se fuera. -¿Mañana irás a la escuela? –Pregunto de pronto.

-Sí, supongo que no puedo faltar tantos días, además si estoy aquí sólo estoy recordando las cosas, ya no lo quiero hacer más.

-Ok, entonces mañana nos vemos. –Dijo mientras se acercaba a mí y me depositaba un pequeño beso muy cerca de los labios. Me sonroje ante ese hecho.
-Sí, mañana nos vemos. –Y se encamino a la puerta. –Espera, te llevo. –Dije corriendo atrás de él, era de mala educación dejar ir solas a las personas según me había dicho mamá. Llegue a donde estaba. –Tu ojo se ve menos hinchado. –Comenté mientras íbamos camino hacia la puerta de mi casa.

-Sí, eres un gran doctor. –Me guiño un ojo.

-Jajaja te lo dije, mis manos son mágicas. –Abrí la puerta en cuanto llegamos a esta.

-Todo en ti es mágico. –Dijo mirándome profundamente a los ojos. Bajé la mirada, el me hacía sonrojarme tanto con todo lo que me decía.

-Gracias- susurré.

-Bueno, te dejo que descanses, mañana nos vemos. –Empezó a salir de mi casa y se despidió agitando su mano.

Cerré la puerta y subí a mi habitación. Me acosté en la cama, hoy había sido un día realmente loco, primero la pelea entre Jared y Tom, luego el beso que nos dimos. De seguir así terminaría en un maldito psiquiátrico. Mi vida es una locura a causa de un maldito mujeriego

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